Tenía mi marcador de favoritos "petao" de links a webs de recursos que apenas utilizaba, por no hablar de las carpetas donde iba metiendo, como en un cajón de sastre, todo lo que, en un momento dado, consideraba que podría resultarme útil o interesante para mi trabajo. El problema de estos repositorios es que habían adquirido una dimensión tal, que localizar en ellos lo que buscaba era como encontrar una aguja en el pajar. Al final, acababa encomendándome a San Google apóstol, patrón de los "perdidos".
El descubrimiento de Diigo y Symbalao puede suponer un antes y un después en mi relación simbiótica con las nuevas tecnologías. Sólo por el hallazgo de estas herramientas ha valido la pena la realización del curso. Eso sí, espero que los bookmarks y webmix no acaben infoxicándome aún más.
Excelente el artículo de El País "Atentos a todo... y a nada"
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2011/05/12/actualidad/1305151203_850215.html
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